La liposucción es la cirugía estética más demandada en España.
No es un tratamiento adecuado para combatir la obesidad, la celulitis, ni la flacidez cutánea, sino la alternativa para mejorar aquellas zonas en las cuales persisten acúmulos localizados de grasa, habitualmente constitucionales y rebeldes a los regímenes dietéticos y al ejercicio. Por lo tanto, podemos afirmar que es una operación muy efectiva para proporcionar un nuevo contorno corporal con cicatrices mínimas.
Las mujeres suelen recurrir a este tipo de cirugía, fundamentalmente, para mejorar alteraciones del contorno corporal a nivel de abdomen, caderas, cintura y muslos.
Y los hombres consultan por excesos grasos abdominales, bajo la barbilla y ginecomastias (reducción de las mamas).
Para todos los casos, es fundamental realizar una exploración adecuada y un estudio de proporciones completo para determinar cuáles son esas zonas concretas que mejorar, la cantidad de exceso graso y la calidad de la piel. Se busca, no sólo extraer grandes cantidades de grasa, sino tratar el contorno con naturalidad, respetando las proporciones corporales de cada paciente, buscando menos agresividad y resultados más naturales.
Se realiza una pequeña incisión por la que se introduce una cánula que va unida a una máquina que produce vacío. El cirujano mueve la cánula entre los depósitos grasos, rompiendo la grasa y succionándola. Este proceso suele durar entre 1 y 2 horas, pero el tiempo puede variar dependiendo del área que se está tratando. Puede realizarse con anestesia local y sedación o anestesia general, según la extensión de las zonas que se quieran modelar.
Posteriormente, se coloca una faja, unas medias o un vendaje elástico sobre la zona tratada, para controlar la hinchazón y ayudar a la piel a adaptarse a la nueva forma. Normalmente, el paciente es capaz de volver al trabajo a los 3 días, aunque no podrá realizar actividades físicas intensas hasta pasadas de 2 a 4 semanas.
General
2-4 horas
Requiere hospitalización
A definir por el especialista
Dentro de nuestras propuestas de tratamientos corporales, incluimos la realización de lipólisis con láser, junto con la liposucción tradicional.
Combinando las dos técnicas, sumamos los beneficios de ambas para conseguir un resultado apreciablemente mejor que si las realizáramos por separado.
Con el láser rompemos la membrana del adipocito o célula grasa para que libere su contenido al exterior, que succionaremos mediante lipoaspiración convencional. Además, provoca un calentamiento de las capas más profundas de la piel estimulando la producción de colágeno y elastina.
Como resultado la piel se va a adaptar mejor y más rápidamente a la nueva situación, evitando problemas de flacidez.
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