Lifting facial y cervical

Cuando nos hacemos mayores, los signos del paso del tiempo, de la exposición solar y del estrés diario se ven reflejados en la cara y en el cuello a través de pliegues y surcos que pueden resultarnos poco estéticos.

Lifting facial y cervical

¿Cuándo? ¿Para qué?

En este caso, el lifting es la opción adecuada para disimularlos ya que permite tensar los músculos, eliminar el exceso de grasa y redistribuir la piel de la cara y el cuello.

Ayuda a mejorar el aspecto, devuelve el tono cutáneo y recupera los volúmenes faciales.

 Es la operación estética adecuada para corregir la flacidez en la zona media del rostro, los pliegues profundos bajo los párpados inferiores, los pliegues profundos a lo largo de la nariz que se extienden hasta la comisura de la boca, la grasa que se ha caído o desplazado, la formación de papada por la pérdida de tono muscular y la apariencia de tener una segunda barbilla, incluso en personas de peso normal, por piel flácida y exceso de depósitos de grasa bajo la barbilla y la mandíbula.

Anestesia

General

Operación

2 - 5 horas

Hospital

Requiere hospitalización

Recuperación

7-10 días

Lifting facial y cervical

La cirugía

Consiste, fundamentalmente, en reposicionar los músculos, la piel y la grasa, retirando el tejido sobrante mediante una incisión en la zona de las sienes (por dentro del pelo) que se extiende hacia el interior de las líneas naturales de la oreja y continúa alrededor del lóbulo, detrás de la oreja y del cuero cabelludo consiguiendo, así, que las cicatrices no se vean.

Lifting facial y cervical

¿A qué edad se recomienda?

Depende de cada persona, ya que cada uno envejecemos de forma distinta. En España, la edad media de los pacientes que se someten a un lifting está en torno a los 60 años, aunque cada vez son más frecuentes los denominados «liftings de mantenimiento» en personas de entre 40 y 45 años, que buscan tanto corregir los primeros síntomas de flacidez o frenar los primeros signos de envejecimiento.

Lifting facial y cervical

Postoperatorio

Durante los primeros días, se puede notar cierta sensación de tirantez en la cara y algunas zonas de la piel adormecidas. Además, es normal estar algo inflamado y presentar hematomas. Lo habitual es que el aspecto general mejore considerablemente a las tres semanas.

Los resultados de un lifting son duraderos e incluso con el paso de los años el paciente sigue pareciendo más joven.

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