Rinoplastia

El objetivo de la rinoplastia es corregir las deformaciones nasales, dando como resultado una mejora del equilibrio del conjunto facial.

Rinoplastia

Una nariz equilibrada y armónica

Eliminar los dos puntos permite corregir: el tamaño, la forma y la simetría de la nariz, malformaciones congénitas, la nariz con la punta caída, las alas nasales, la giba (el «caballete»), el tabique nasal y problemas de respiración.

Eso sí, teniendo en cuenta que cada caso es diferente y debe evaluarse con detenimiento, ya que hay que adaptarlo a las facciones y características propias de cada persona.

Es importante que el paciente entienda que el objetivo no es conseguir la nariz perfecta, sino lograr que tanto ésta como su relación con el resto de estructuras faciales vayan en armonía.

Anestesia

General

Operación

2 horas

Hospital

Requiere hospitalización

Recuperación

7-10 días

Rinoplastia

Rinoplastia cerrada

Las incisiones se realizan en el interior de los orificios nasales, por lo que no queda ninguna cicatriz visible. Mediante este método el cirujano puede esculpir los huesos y cartílagos para configurar la estructura deseada.

Rinoplastia

Rinoplastia abierta

Recurrimos a ella en los casos más complejos. El acceso a las estructuras nasales se realiza a través del corte de las membranas de la punta y el dorso, dejando una pequeña cicatriz en la base de la columela.

Rinoplastia

Postoperatorio y resultados

La cirugía dura de 1 a 3 horas bajo anestesia general. Tras la operación, se coloca una escayola o férula de plástico en el dorso de la nariz y unos tapones dentro de los orificios nasales para que la piel se adapte al nuevo armazón.

Es importante que el paciente sea consciente de que el cambio no es inmediato, sino que el resultado se ve de forma progresiva. La recuperación es un proceso gradual, cuyo resultado final puede comprobarse con el paso de los meses.