La edad es un factor decisivo en el envejecimiento cutáneo pero también otros como los ambientales influyen en la firmeza, la elasticidad y la capacidad de regeneración epidérmica.
Tanto es así que las zonas de piel muy expuestas a la luz solar (la cara, los hombros, la zona del escote y el dorso de las manos) se deterioran mucho antes que aquellas que mantenemos protegidas. Los cambios más evidentes son:
La dermis comienza a perder colágeno y elasticidad. El surco nasogeniano (arruga que va de la nariz a las comisuras de los labios) comienza a profundizarse y la piel se vuelve ligeramente más flácida.
El envejecimiento facial es el paso del tiempo a través de la cara. Sus signos se manifiestan de diferentes maneras según cada zona del rostro: arrugas en la frente, patas de gallo, desplazamiento de volúmenes, líneas de marioneta y laxitud de la piel. Asimismo, hay que tener en cuenta los factores que evidencian el envejecimiento en el cuello, las orejas y la nariz.
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Etiam et nibh sem. Etiam dignissim elit tortor, vitae elementum leo dictum eu. Integer at ullamcorper augue. Aliquam gravida viverra commodo. Aliquam lorem quam, pellentesque sit amet diam at, suscipit dignissim ipsum.
Te ayudamos
